sábado, 30 de abril de 2016

La actitud del PNV durante la guerra


Cierta ocasión tuve la oportunidad de entrevistar a Iñaki Anasagasti, eterno parlamentario y senador del PNV, figura mediática y nombre popular en el panorama político de Euskadi. Varios fueron los temas que tocamos: la violencia de ETA, el proceso catalán, las perspectivas del nacionalismo vasco... y por supuesto la Guerra Civil. El padre de Iñaki Anasagasti , militante del PNV y combatiente en la contienda militar, tuvo que exiliarse a Venezuela por motivos políticos tras la victoria del bando nacional. Es por ello que cuando tocamos ese palo, Anasagasti se erigía como defensor de la segunda república y partidario de una nueva república confederada. Es evidente que Anasagasti está en posesión de toda autoridad moral para defender la II República española, al haber sufrido los efectos más duros de la derrota republicana en sus carnes. Sin embargo, su partido, el PNV, debería tener cautela a la hora de darse aires de magnificencia defendiendo la causa republicana.
Cartel agitativo del PNV (1937)
El catedrático de Historia Contemporánea de la UPV/EHU, Jose Luís de la Granja Sainz, famoso historiador experto en nacionalismo vasco da una imagen del PNV muy controvertida en su posicionamiento en favor de la república tanto durante su advenimiento como tras el antidemocrático golpe de estado. El PNV se había declarado "no posicionado" tanto en la pugna ideológica entre monarquía y república en abril de 1931 como en la Revolución de Asturias de 1934. Cuando llegó 1936 y los reaccionarios militares dieron un golpe de estado, era una obligación moral del partido posicionarse. Mientras que el resto de actores políticos nacionalistas se posicionaban sin dudas en favor de la República, en el seno del partido fundado por Sabino Arana se dio un encarnizado debate. Finalmente la imposibilidad de defender la soberanía del pueblo vasco frente al chovinismo españolista exacervado de los militares, hizo que la razón venciese y que el PNV apoyase a la República. El haber pactado con el gobierno de la República la realización de un estatuto de autonomía ayudó a decantar la balanza.

Cartel patriotico vasco que
 aboga por la autarquía de "Euzkadi"
En Navarra y Álava el golpe de estado triunfó por la evidente fuerza que los carlistas dirigidos por el General Mola tenían en ambos territorios. Mientras tanto, la resistencia obrera en Guipúzcoa y Vizcaya hizo posible el fracaso de la causa antirrepublicana. Dichas plazas estuvieron controladas durante el verano de 1936 por el Frente Popular, dejando relegada a un segundo plano la actividad política del Partido Nacionalista Vasco. Durante este período, el partido tuvo una actividad pasiva y dedicó sus esfuerzos a salvar al clero de la ansias de venganza de los obreros vascos. Todo cambió una vez iniciado el proceso autonómico de creación del estatuto vasco. El PNV dominó la representación institucional y fue entonces cuando se volcó activamente en la guerra, pese a que la Santa Sede considerase su posicionamiento contrario a los intereses de la Iglesia. Reclutó, durante este tiempo un elevado número de batallones que mantuvo siempre bajo sus órdenes y nunca mezcló con el resto de ejércitos.


Batallón del PNV durante la Guerra
Es por estas causas por las que observamos un apoyo interesado y partidista a la República por parte del PNV. No una lucha por la libertad y el derecho democrático del pueblo español de decidir su propio destino. Por supuesto siempre criticando desde el juicio a las direcciones del partido y su toma de decisiones que fueron altamente proselitistas. A pesar de todo siempre habremos de reconocer la labor antifascista del pueblo vasco y de los miles de miltantes del PNV que durante la contienda bélica dieron sus vidas a una causa que estaba amparada por la mayor de las justicias: la del pueblo.



miércoles, 20 de abril de 2016

El desprósito histórico que significa Castilla y León

Imagen de Martín Villa
Hace relativamente poco tiempo salieron a la luz unas declaraciones de Rodolfo Martín Villa en el Diario de León. Entre muchos de los episodios del pasado de este político que comenzó su andadura en el seno del franquismo, se encuentran los sucesos de Vitoria (por los que acarrea una orden internacional de búsqueda y captura desoída por el gobierno español). Además, como muchos de sus colegas fascistas, ocupó un papel relevante en la Transición, a través del partido UCD. En el año 1980, este leonés fue nombrado  ministro de Administración Territorial convirtiéndose en encargado de la conformación del estado de las autonomías tal y como lo conocemos hoy en día.

En sus recientes declaraciones afirmó que había intereses partidistas en la conformación del despropósito histórico que significa Castilla y León. Y es que la UCD necesitaba una comunidad con sentimiento español (debido a las victorias nacionalistas en Cataluña y Euskadi) y que tuviese una tradición de voto de derechas.  Martín Villa planteó la posibilidad por la que se contemplaba la unión de la región leonesa (León Zamora y Salamanca) con Asturias. El ministro fue un defensor de la ordenación territorial racionalista y no en base a características históricas, por ello era contrario a las comunidades uniprovinciales. Esta posibilidad de reunificar los territorios primitivos que conformaron el Reino de León  se desechó por la negativa del PSOE, que si unía León y Asturias perdía la mayoría absoluta que ostentaba en la comunidad del norte de España.

Manifestación "León sin Castilla" por la plaza de Santo Domingo
Tras el reparto del pastel autonómico entre partidos y el surgimiento de iniciativas autonómicas, nos encontramos en una situación tensa económica y política: crisis del petroléo, ETA, los GRAPO, revultas estudiantiles y obreras... Y pasa lo que se esperaba que pasase: el coronel Tejero da un golpe de estado. Las iniciativas autonómicas se sofocan y se da al traste con cualquier intento de nueva ordenación territorial amparándose en el artículo 144 y el informe Enterría.  Tras este chasco y el varapalo de UCD en las elecciones de 1982, teniendo su crisis interna, Alianza Popular recogió el testigo de su voto e intentó enmendar la gestión de UCD sin éxito.Los leoneses no cejaron en su empeño y el 29 de enero de 1983 el pueblo leonés se echó a la calle bajo el lema "León sin Castilla". Sorprendentemente los de Manuel Fraga en la región eran favorables a la autonomía del Reino de León, pero amparándose en el artículo 144 el Senado y el Congreso rechazaron la iniciativa autonómica leonesista.

Pintada en la Universidad de León
(Sin raíces no hay futuro)
Hoy en día no solo los leoneses no se sienten representados por su comunidad como afirman numerosas encuestas, sino que además se está sometiendo a la cultura leonesa a un proceso de destrucción sin igual. La UNESCO ha amonestado a la Junta de Castilla y León por no hacer nada por la desaparición del llionés como lengua histórica. La región leonesa es la más maltratada por la crisis y su tejido productivo ha sido destruido completamente. Desmontando elmito de la historia que falsea la Junta de Castilla y león y cerrando con un autor de prestigio como es Julio Llamazares "...identificar como castellanas a las provincias de León, Zamora y Salamanca es tan incorrecto como calificar de leonesas a las de Valladolid o Burgos...lo dice el propio Estatuto de Autonomía de Castilla y León que la Comunidad está integrada por dos regiones."


martes, 5 de abril de 2016

¿El terror jacobino?



Maximilien Robespierre
“Hay en mis venas gotas de sangre jacobina ” reza un poema del genuino poeta baezano Antonio Machado. Y es que apelando al espíritu revolucionario de los hombres liderados por Maximilen Robespierre, Machado deja entever su inconformismo y su afán de lucha. Los significados implícitos de la palabra jacobino nos muestran el tratamiento historiografico de esta epoca de la historia francesa. Hemos de tener presente la epoca convulsa que vive Francia: los grandes cambios politicos y economicos que trajo consigo la Revolución Francesa resquebrajan el orden social feudal. La nobleza comienza a perder privilegios, y pone resistencia a todo indicio de reforma. El devenir de los hechos quiso que las voces que reclamaban el fin de la monarquía y la instauración de una republica centralista llegasen a las instituciones de la mano de los jacobinos.

"El Comité Central de Salud Pública, el año II"
"El Comité Central de Salud Pública, el año II". 
Grandes grupos nobiliarios conspiraban contra los jacobinos. Robespierre asumió el papel vistoso a través del Comité de Salvación Pública y junto con otros conocidos políticos como Louis Saint-Just o Lazare Carnot comenzó a perseguir y reprimir cualquier tipo de acción que fuera en contra de la Constitución de 1793. Entre las medidas que tomó la Convención jacobina destaca el cambio en la propiedad de las tierras, aumento de los impuestos por renta, la inclusión de un calendario revolucionario, o la imposición de un precio máximo a los bienes de primera necesidad.Estas medidas molestaron a los nobles antes mencionados que no se quedaron quietos frente a la pérdida de sus derechos y comenzaron a conspirar contra el gobierno revolucionario.

La nobleza y el clero fueron los sectores mas perjuducados por el gobierno de Robespierre. Conspiraron juntos, desestabilizaron el país externa e internamente, y lograron derrocar este periodo revolucionario. La historia la escriben los poderosos, los hombres que en la época sabían leer y escribir, y tenían los medios. Ellos nos dieron su visión de la historia. El terror jacobino no es mas que una floritura propagandistica con intereses políticos contrarios.